Me encontré una dama imberbe tendida sobre su vientre, incurvada cual serpiente que ondula con su cuerpo en ese. La piel de seda bordada, las caderas transparentes, las piernas finas cruzadas y cerrado el paso al este. La silueta ensimismada, la razón incoherente, triste y tierna la mirada y la pasión en torrentes. Y el ...
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